Hoy te vi.
Hoy te vi pasar frente a mí
llevabas como siempre ropa negra y una gorra,
lucías hermosa, como ninguna,
de las cientos que ante mi habían pasado esa mañana.
¡Qué bella te mirabas esta lúcida mañana!
parecía que el tiempo se había detenido en tí,
tu cuerpo, tu mirada, tu ropa, toda tú
parecías sacada de un cuento de hadas.
Hoy te vi pasar frente a mi
así, bella y encantadora como una musa al posar
para su pintor de mil mañanas.
Hoy te vi pasar frente a mi
y quedé prendado de tu escultural presencia...